Ayer, por gentileza de una amiga que debido al mal tiempo no pudo llegar a Madrid, visitamos la Exposición de Harry Potter que lleva varios meses en Madrid y que ha sido prorrogada hasta abril debido a su gran éxito.
Debo decir que yo soy fan pero sin llegar a friki. Me he visto todas las películas, algunas varias veces, y leído todos los libros. Conozco a los personajes, localizaciones, escenarios, etc.
Y quizá por eso, me esperaba otra cosa.
Sólo es una exposición, una sucesión de salas en las que puedes ver objetos, vestuarios, artefactos, e incluso algunas criaturas (lo más interesante a mi parecer), sin más. Hay poca posibilidad para la interacción.
(ATENCIÓN: No seguir leyendo si vais a ir seguro, porque no quiero destriparos las cosas más interesantes.)
En la página web the Harry Potter, The Exhibition, en la descripción de la exposición pone esto:
La exposición incluye algunas de las localizaciones más populares de las películas, incluyendo la sala común y el dormitorio de Gryffindor™, aulas como la de Pociones o Herbología, y el Bosque Prohibido. (...). Los visitantes podrán entrar en el campo de Quidditch
Y no es así. El dormitorio de Gryffindor son dos camas. El aula de pociones es un libro y el vestuario de Snape y la de Herbología, algo parecido, con el único aliciente de que puedes tocar una mandrágora. El Bosque Prohibido es un decorado (yo, ilusa de mí, me había imaginado entrar en un bosque) que se ve expuesto, y en el que eso sí, te encuentras quizá lo más chulo de toda la exposición: el Hipogrifo. Ah, ¿y el campo de quidditch? Son tres aros, en los que puedes intentar encestar, como si estuvieras en unos recreativos cualquiera.
Una decepción total. Pensaba, quizá por el precio de las entradas, y por el espacio en el que se hacía (al ser en la feria de muestras había posibilidades de montar algo más grande), que ofrecían algo más interactivo. Te dejan con la miel en los labios y con ganas de más.
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| Varita de Harry, y Mapa del Merodeador | Un dementor |
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| Uniformes de quidditch |
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| Las porterías del campo de quidditch | Dobby |
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Hipogrifo
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La visita, por supuesto, termina en la tienda, donde lo más barato, es una rana de chocolate, ¡por 6 euros!
Yo, como soy tonta, y quería un recuerdo, me llevé la foto que nos hicieron al entrar, con el Expreso de Hogwarts (15 eurazos).
Me imagino que tendré que ir a Londres, para poder disfrutar de verdad del universo de Harry Potter...
